Actualmente se entiende por cultivo celular al conjunto de técnicas que permiten el mantenimiento de las células 'in vitro', manteniendo al máximo sus propiedades fisiológicas, bioquímicas y genéticas. Se distinguen cuatro tipos de cultivo celular:
- Cultivo de órganos
Se coloca el órgano sobre una rejilla situada en la interfase líquido-gas de un medio del que obtiene los nutrientes y al que puede liberar los desechos. Este tipo de cultivo permite mantener, al menos en parte, la arquitectura característica del tejido “in vivo”. Se conservan las interacciones histológicas y, gracias a ello, este tipo de cultivo permite mantener los tipos celulares diferenciados, por lo que representan una buena réplica del tejido de origen. Sin embargo, no crecen mucho (la proliferación celular se limita a las células embrionarias de la periferia) y no se pueden propagar. Se necesita un nuevo explante para cada experimento lo que supone mucho más trabajo y una limitada reproducibilidad de la muestra. Cuantificar es difícil y la cantidad de material que se puede cultivar es reducida.
2. Explantes primarios
Se coloca un fragmento de tejido o de órgano en la interfase sólido-líquido de un
soporte de vidrio o de plástico. Las células se adhieren a la superficie y las células de la
periferia del explante pueden migrar y proliferar por la superficie del soporte.
3. Cultivo celular primario
Es el tipo de cultivo más utilizado. Se puede obtener a partir de explantes primarios o de
suspensiones de células disgregadas. La disgregación celular se realiza por métodos
enzimáticos o mecánicos. En estos cultivos se pierden las interacciones célula-célula y
las interacciones de la célula con la matriz extracelular. Sin embargo, las células son
capaces de proliferar y la población celular crece notablemente. Cuando las células
ocupan toda la superficie disponible se dice que han alcanzado la confluencia. En esta
etapa, las células establecen contactos entre ellas que inhiben su proliferación y el
crecimiento se detiene. Por eso, al cabo de un tiempo hay que transplantar las células a
un nuevo soporte. Esta operación se denomina subcultivo o pase.
Existen dos tipos de cultivo celular primario:
- Cultivos en monocapa: las células crecen adheridas sobre un soporte sólido (plástico o vidrio). El anclaje al sustrato es un prerrequisito para la proliferación celular. Es el método utilizado para la mayoría de las células excepto para las hematopoyéticas.
- Cultivos en suspensión: las células se encuentran dispersas en el medio de cultivo. Su crecimiento no depende del anclaje. Este tipo de cultivo se restringe a las células hematopoyéticas, células madre, líneas celulares transformadas y células tumorales. Alcanzan la confluencia cuando el número de células es grande y los nutrientes son insuficientes.
Las células del cultivo primario en monocapa se dispersan por métodos enzimáticos y se
pasan a un nuevo frasco de cultivo. En el caso de células en suspensión, sencillamente
se diluyen en medio fresco. Los sucesivos cultivos así formados se denominan una línea
celular. La formación de una línea celular a partir de un cultivo primario implica que:
• aumenta el número de células obtenidas
• acaban predominando uno o dos tipos celulares: los que tienen mayor tasa de
crecimiento
• la población celular se hace uniforme y homogénea
• sus características se conservan durante las sucesivas generaciones y, si se
conservan en nitrógeno líquido, de forma indefinida
Para ver las diapositivas favor hacer click en este link:
No hay comentarios:
Publicar un comentario